Los estudios de procesos productivos y los indicadores de resultados han nacido principalmente en el entorno industrial. La industria ha sido el motor de muchas transformaciones y el argumento para el desarrollo de muchas técnicas destinadas a la maximización de beneficios, a partir de la optimización de procesos, la reducción de costes y la búsqueda de sinergias con colaboradores y proveedores.En el campo de la educación, a menudo cuesta hablar en los mismos términos y parámetros tan habituales en la industria. Estamos convencidos de que todos los que estamos implicados en la educación también buscamos maximizar los resultados del trabajo que hacemos. Ver crecer a nuestros alumnos con vigor y potenciar al máximo sus intereses y talentos, es la base de nuestro esfuerzo y de nuestros desvelos. Ahora estamos en un momento de cambio de sistema educativo muy profundo. Estamos en medio de una revolución educativa que nos recuerda cualquiera de las revoluciones que han sucedido en el mundo de la industria, y que actualmente se encuentra en la cuarta revolución industrial. Uno de los elementos del mundo de la industria que nunca ha perdido vigencia o importancia es el estudio de lo que se llama Layout productivo. Cuando una fábrica quiere ampliar o mejorar su producción, el primer paso que hace es contratar una ingeniería que les ayuda a definir cómo conseguir el nivel de producción deseado, partiendo de las nuevas maquinarias existentes y optimizando los recursos necesarios: personal, superficie de fabricación, de almacenamiento, de tiempo de transportes, etc ... Antes del diseño de la nueva nave que debe incluir esta nueva maquinaria, dedican un tiempo muy importante en decidir cómo las distribuirán, qué espacios de almacenamiento requieren, de producto en curso, de producto acabado, etc. Es decir, definen muy bien el nuevo layout productivo. Una vez acordado y definido, el diseño de la nueva nave que necesitan es una consecuencia prácticamente directa. Actualmente, la gran mayoría de los centros educativos están haciendo grandes esfuerzos para incorporar los nuevos sistemas educativos y convertirlos en parte de su esencia. Pero realmente tienen los equipamientos y espacios preparados para maximizar los resultados? Probablemente, todos son conscientes de que sus edificios y sus aulas deben adaptarse al layout que pide a gritos los nuevos sistemas educativos. La cuestión más importante es cómo iniciar el camino de transformación de los espacios para obtener otros nuevos que ayuden a educar mejor. Y aquí radica la parte que consideramos más importante de todo el proceso: analizar, discutir y acordar el layout de los espacios educativos que optimice el método educativo que se quiere implementar o que ya se está intentando sacar adelante. Realizar un estudio profundo del método educativo, de las necesidades de espacios (cantidades y tipologías), de las salas que deben estar contiguas y las que deben estar más alejadas entre sí, de las características de los acabados que necesitamos y los materiales que resultan, los espacios polivalentes y / o específicos que se requieren, etc. es un factor absolutamente clave e imprescindible para avanzar con paso firme en la transformación del edificio y las aulas que utilizamos. Tener claros todos estos aspectos nos asegura avanzar con seguridad hacia el objetivo de la transformación de nuestro equipamiento sabedores de que se optimizará el tiempo que los arquitectos e interioristas necesitarán para definir el proyecto final. Asimismo, y sin lugar a dudas, ayuda al equipo de arquitectura a generar una propuesta mejor. Y por último, y seguramente el punto más importante de todos, minimizaremos el coste final de las obras en reducir al mínimo los cambios que se realizarán sobre el proyecto inicial. La gran mayoría de sobrecostes en las obras provienen de los cambios en el programa de necesidades generados por el promotor. El coste de construcción suele ser el principal factor limitante de la imprescindible transformación que requieren hoy en día nuestros edificios educativos. Un buen estudio de necesidades, al inicio del camino, tiene un coste ínfimo al lado de los sobrecostes que se generan por cambios de criterios o modificaciones de las necesidades al final del proceso. Asegúrese de que el potencial de crecimiento de nuestros alumnos no se vea limitado por una planificación insuficiente.