Espacios pensados para aprender

No sólo los espacios deben ser multifuncionales, sino también los materiales. Así pues, se pueden aprovechar parte de las paredes que habitualmente no tienen ningún uso específico y a través del material darles otro uso.

Aulas diáfanas con mesas para pequeños grupos, para facilitar el trabajo por proyectos. Con separadores móviles que son de uso común y que permiten cambiar la distribución o la distribución de las mesas.

Se adoptarán soluciones y elementos que faciliten dobles funciones, así pues, aquí tenemos un claro ejemplo de ello. Tenemos una malla metálica que hace de barandilla y de cartelera vez.

La iluminación es absolutamente clave. Está más que demostrado que la luz incide en cómo nos sentimos, y por lo tanto si esto lo extrapolamos a un aula, es obvio que el aula la «viviremos» diferente si tenemos una buena o mala iluminación y esto se traducirá en la aprendizaje.

Siempre que sea posible hay que dar más permeabilidad en las aulas y hacer que éstas salgan hacia fuera y que el exterior entre hacia dentro. Nos puede ayudar en esta tarea recursos como puertas correderas o similares ya que desdibujan los límites dentro-fuera.

En este mismo sentido, si el exterior debe entrar hacia dentro, nos puede ayudar el hecho de incorporar «verde» (plantas) dentro en las aulas. Y más en casos de escuelas de ciudad. Las plantas transmiten serenidad y hacen que el aula sea más cálida a la vez que la relación de los niños con las plantas es muy positiva, ya que son ellos los que se harán cargo.

Espacios amplios, pero con medias paredes que separan actividades y permiten la polivalencia del espacio, facilitando sinergias entre alumnos y creando diferentes zonas de trabajo en un mismo espacio.

Implementación de materiales naturales como la madera o el corcho que ayudan a sentir el espacio más cercano y cálido. A la vez que la madera es más atemporal y esto favorecerá a que estéticamente aguante muy bien en el paso del tiempo.

Espacios en semicírculos que hacen que el espacio fluya más y no dé la sensación tant estático. A la vez que da al espacio nuevas dimensiones de aproximación y de trabajo tanto en grupo como individualmente.

Espacios dentro espacios, para conseguir un efecto «coocoon» que favorece la concentración y la introspección que en momentos determinados será necesaria para favorecer un trabajo individual o en grupos muy pequeños.

Espacios dentro espacios, para trabajar en pequeños grupos y permitir el trabajo de concentración en paralelo al trabajo de experimentación que requiere movimiento.